miércoles, 8 de abril de 2009

Razones (estupidas), observaciones y testimonios sobre tener 'un aguila en tu mente'

Soy un cabeza hueca, mi cabeza es tan hueca que alberga un desierto color turquesa sin nubes en donde eternamente vuela un águila. El desierto se confunde con un océano, o talvez el océano se confunde con un desierto.

Yo estaba en la sala de una muchacha anglosajona en sus 20’s, apagó la luz de la habitación, me miró a los ojos, encendió su cámara de video con nightshot y empezó a improvisar y bailar el baile del vientre sin decirme una sola palabra.
Tiempo después se arrepintió, ella tenía un águila en su mente.

A diferencia de tener un cordero salvaje, un águila en tu mente no te convierte en otra persona. Te habla en ingles entrecortado y confuso, todos los que han tenido un águila escucharon ‘I LOVE YOU’ con voz de infante robótico, todos los que han tenido un águila en su mente han sido inspirados por ella. SIEMPRE

El águila come gatos, específicamente sopa de gatos. Tiene ojos amarillos. Su número favorito es el 6.

Mantrul sabe que es gracioso.

Si el águila entra en tu mente repentinamente cuando manejas sufrirás una pequeña epifanía.

I had the distinct sense of my own transience – that the earth was a place among places, rather than the totality of locations for existence, as it often seems. I felt temporary, that I could dissolve into the oily horizon for a ride to the next station”

“Driving from my country town, staring to my right toward those endless open fields, each and every day manifesting a moment of clarity. Like a visual opera of cloud, sky, and sun performing their collaborative roles in the distance”

En ocasiones te otorga un número escrito en minutos con segundos.