miércoles, 20 de enero de 2010

Since I left you

Dejarte fue una decisión difícil pero creo que ha sido la mejor que he tomado en mi vida, aunque tarde mucho tiempo en darme cuenta. Al principio sentía un vacío, lo sentía en mi mente y en mis vísceras, después se transformó en una ligereza que me hacia sentir como un atleta olímpico saltando. Me sentía tan ligero que decidí emprender un viaje para encontrarte, y así comenzó todo.
El mundo me parecía nuevo, el mundo exterior y el mundo de mis ideas. Todo era nuevo sin ti. Planee el viaje por todas las ciudades y lugares que visitamos juntos y también los lugares que te gustaban, no me preguntes por el orden en que los visité porque no lo recuerdo, lo que si recuerdo era la sensación de que siempre iba un paso atrás de ti, cada que llegaba a una nueva ciudad sentía que ya no estabas allí.
Llevaba en mi maleta todo tipo de ropa porque soy un tonto y no tomaba en cuenta las estaciones del año, siempre prendía la radio y sintonizaba las estaciones locales como si estas me dieran pistas de a donde dirigirme.
Confieso que al principio me sentía culpable cuando me daba cuenta que disfrutaba mas los medios que el fin, que disfrutaba la aventura y me olvidaba del objetivo del viaje. Aprendí a apreciar cosas nuevas como el Rock, después comprendí que durante todo el viaje no te extrañe ni un poco.
Esto ha sido lo mas romántico que he hecho en mi vida y será lo ultimo, te agradezco que hayas agotado toda la melcocha que podría existir en mi, porque francamente odio lo dulce y tierno.
Ahora te voy a contar los detalles, como sabrás siempre cargo una libreta, para este largo recorrido compre una gran libreta en blanco y en esta apuntaba todas las frases, citas, chistes, canciones, reflexiones que me gustaban de la gente que conocí durante el viaje, ¡OH si! Conocí mucha gente y sorprendentemente me interesaron estas personas, apuesto a que nunca pensaste que yo podría socializar tanto. Ahora que leo la libreta es como un gran collage sin mucho orden, a veces mi letra es ilegible y otras veces me esforcé para hacer una letra elegante.
A mitad del camino, en un lugar que ya conocía, tuve el impulso de ir con un psiquiatra. El pobre era más caótico que yo, mas caótico era su gusto musical incluso más caótico que mi libreta de apuntes. Fue una sesión de 2 horas y ni siquiera te mencioné una sola vez.
Al final el viaje terminó y sentí como si hubiera bailado en un traje de mono mis canciones favoritas o como un minero gordo bailando con una esbelta bailarina rubia, me siento exhausto pero feliz, tengo una mueca en la cara de satisfacción que no se me quita ni cuando me baño y me entra jabón en la boca. Si hoy te encuentro en la calle te diría que me recuerdas mi pequeño paseo y no mencionaría todas las cosas que hicimos juntos, las cuales poco a poco se me olvidan. Si quisieras platicar conmigo te diría que prendas la radio y apuntes en algún papel lo que te de la gana, te diría que me encanta vivir desde el día que te dejé.